NICK CAVE & THE BAD SEEDS - B SIDES AND RARITIES (RESEÑA)

Yo siempre he pensado que Nick Cave es un género musical, como Tom Waits y los Beatles del "White Album". Muchas veces me han preguntado, cuando recomiendo a Nick Cave & The Bad Seeds como la mejor banda del mundo, que si qué tipo de música tocan. A veces me quedo callado, a veces invento patrañas ridículas: una vez refiriéndome al disco Murder Ballads dije que tocaban "balada folk-country gótica" o algo así. Pero después escuché The Boatman’s Call y Nocturama y me di por vencido. Nick Cave canta la música que se llama nick cave o, como le he dado por llamar últimamente, nick-cave-related.

Los pocos seguidores obsesos de esta banda australo-británica hemos tenido bastante suerte, pues Cave se ha ocupado de sacar discos con una regularidad muy generosa. Uno de los mejores años para esta horda de pseudo-intelectuales —yo me incluyo— fue 2005, pues los Bad Seeds sacaron dos discos, uno doble y uno triple (!): Abbatoir Blues / The Lyre of Orpheus y B-Sides & Rarities.

B-Sides... llegó a mi casa en un sobre enorme y feo, pero dentro vi la bella y simple cajita negra de cartón que guardaba los discos compactos: En una movida nostálgica, cada uno de los tres discos viene en una cubierta de papel que francamente recuerda a los enormes LPs que nuestros padres setenteros, patilludos y cocainómanos compraban con Ramón Ayala o David Bowie en la portada.

En B-Sides…, como su nombre lo indica escucharemos versiones poco conocidas de sus “éxitos” o piezas difíciles de conseguir, sacadas en exclusiva o para soundtracks o llanamente inéditas. Al poner el primer disco y hasta el final de tercero, la peculiar voz de Nick Cave fluye. Es como una miel gruesa y negra, rellena de canicas y escorpiones muertos. Es grave y fúnebre.

En el disco II de B-Sides… se atreve a cantar una canción de cuna (para su hijo Luke) y el resultado es más bien aterrador. Su voz está demente: en los tres discos lo oímos gritar, murmurar, hablar y abusar deliciosamente de las notas medias, de bemoles sorpresivos y tétricos que nos recuerdan que no hay felicidad, amor o armonía que no tenga un aguijón sangriento, un fantasma atormentado atrapado bajo las suelas blancas de las sandalias de Jesucristo.

B-Sides & Rarities es una antología perfecta: en sus 56 canciones es posible identificar el camino de Cave: un camino hacia una redención imperfecta desde el ruido hasta el sonido. Digo imperfecta porque Cave nunca se ablanda, nunca abandona su peculiar mitología musical: el ruido es el pecado y el sonido es la Salvación. Humano, consciente de su naturaleza falible, deja que el ruido entre de vez en cuando para reconocerse en la cara del pecador.

Y notamos cómo para él la balada de amor es un intento de comunicación con el Sonido de Dios, pero no de una manera evangélica y panfletaria, sino en una relación humana con la Verdad, la palabra y el verso de Amor.

Sus temas más populares (tuvieron una resonancia pequeña en los noventas, en MTV) son las canciones de Murder Ballads, en especial "Where the Wild Roses Grow", en la cual Kylie Minogue apoya a la banda en una interpretación muy inusual en comparación con lo que hoy hace esta incorruptible cantante pop (ex–novia de mister Cave).

Nick Cave sigue siendo un desconocido para las masas y, aunque es una celebridad para grupos selectos y subterráneos (un gusto snob, tristemente, como la genial Ute Lemper) sigue produciendo incesantemente.

B-Sides & Rarities podría ser la oportunidad perfecta para conocerlo en amplitud. Aunque por su extensión y precio es ideal para los ya admiradores del australiano; la variedad de su contenido garantiza una experiencia gratificante y avasalladora. Cómprelo, lector, bájelo de un torrent, de un blog de música o pídalo prestado.

Puede Vd. hacer click en los enlaces para bajar mis favoritas de esta colección: Scum, Opium Tea, O’Malley’s Bar, Black Hair, The Big Hurt, y el cover que hizo de la canción de Pulp Disco 2000.

O pueden decidir bajar el disco en su totalidad.

Compren discos de Nick cave o vayan a sus conciertos. El Diablo de Warracknabeal se lo merece.

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