PIRA PAGANA - ESTAR EN CONTRA DE TODO
Hace unos domingos manejaba de noche en Hermosillo y los vidrios cerrados de mi Topaz enfermo me invitaron a escuchar música. Eran las nueve y algo así que me topé en el sintonizador con la Hora Nacional.
La Hora Nacional tiene un sabor al viejo PRI de los caudillos, con sus voces de amplitud modulada, sus dañadas músicas de fondo y ese afán de meternos la cultura a fuerzas.
El hecho de que la Hora Nacional sea un programa de radio obligatorio que invade todas las frecuencias y amplitudes de la radio por una hora completa me hace pensar en la radio manipulada de las dictaduras y, en todo caso, me hace pensar en cuando los supervillanos de los cómics intervienen todas las televisoras para anunciar un acto diabólico.
Por fortuna nuestros cuerpos son libres y podemos —como sé que muchos lo hacen— simplemente apagar la radio y esperar una hora.
Pero ese domingo al cual me refiero fue diferente. La aburrida voz del locutor hablaba de poesía erótica, y enseguida, un hombre leyó más poemas de más autores y autoras, y las llamas dobles, los rincones curvos, las lenguas mojadas de mar y el semen de plata sonaron y resonaron una y otra vez en las bocinas de la nación.
La Hora Nacional tiene un sabor al viejo PRI de los caudillos, con sus voces de amplitud modulada, sus dañadas músicas de fondo y ese afán de meternos la cultura a fuerzas.
El hecho de que la Hora Nacional sea un programa de radio obligatorio que invade todas las frecuencias y amplitudes de la radio por una hora completa me hace pensar en la radio manipulada de las dictaduras y, en todo caso, me hace pensar en cuando los supervillanos de los cómics intervienen todas las televisoras para anunciar un acto diabólico.
Por fortuna nuestros cuerpos son libres y podemos —como sé que muchos lo hacen— simplemente apagar la radio y esperar una hora.
Pero ese domingo al cual me refiero fue diferente. La aburrida voz del locutor hablaba de poesía erótica, y enseguida, un hombre leyó más poemas de más autores y autoras, y las llamas dobles, los rincones curvos, las lenguas mojadas de mar y el semen de plata sonaron y resonaron una y otra vez en las bocinas de la nación.
Fue increíble: por una vez en mi vida tuve que aceptar que la Hora Nacional no era tan ñoña como aparentaba, pues no tuvo el acostumbrado rubor mexicano para con el erotismo hardcore de nuestros buenos poetas.
Pero, por supuesto, de inmediato pensé: “¿Quién está escuchando esto en verdad?” La Hora Nacional, como cualquier otro aparato “cultural” ha sido tomado por “cultureros”, no porque el gobierno sea muy noble, sino porque sólo los a los cultureros les interesa la cultura. Y del mínimo porcentaje de “cultos” en México, una minúscula porción llegó a escuchar la emisión de la que hablo. Si un árbol cae en un bosque y nadie lo oye caer, no cae en realidad.
¿Por qué no acepté la limpia victoria de la Hora Nacional sobre mis prejuicios? La respuesta abarca más que mi orgullo: La historia del intelecto nos ha enseñado a desconfiar; para los cartesianos y los siglos que les siguieron, la ciencia, el conocimiento, se genera desde la desconfianza. Derrida, el profeta de nuestra modernidad, también se apoya en la desconfianza para partir todas nuestras nociones oxidadas en pedazos.
A los intelectuales nos encanta sentir las mandíbulas del cocodrilo de nuestro intelecto bien aferradas al ñu indefenso de la verdad. Sentimos un miedo automático a estar de acuerdo con algo, aun cuando ese algo nos sea sumamente genial.
Ejemplos instantáneos. “Club de Pelea”: película genial, pero crea un mundo de cuentos de hadas para los radicales aficionados. Las películas de Michael Moore: concientizadoras e informativas, pero son el reverso sensacionalista y parcial que son la metáfora de los estertores de un hippie. Las estupendas novelas de Paul Auster, por último, tienen un olor rancio de conductismo que no termina de convencerme.
Los intelectuales de hoy le encontraríamos peros a la paz mundial, al fin de la hambruna y a la cura del sida, y al hacerlo no sólo somos los abogados del diablo, sino genuinos satanes sin alas. Por eso nadie quiere a un crítico, nadie quiere que a lo que parece perfecto se le encuentre un esqueleto podrido, unas raíces envenenadas.
Estar en contra de todo es una disciplina artística que requiere imaginación y que, aunque puede —y suele— convertirse en un vicio que nos degrada rápidamente en ancianos amargos, sinceramente, nos ha mantenido con los ojos abiertos, desconfiados, atentos.
Y hay que perdonarnos el veneno. Después de todo, si los críticos (o criticones) no somos populares, no vamos a fiestas, fumamos, olemos a whisky y nos morimos a los cuarenta y tantos es porque, le pese a quien le pese, ese es nuestro trabajo.
20 de febrero, 2005
Arriba, arriba, abajo, abajo, izquierda, derecha, izquierda, derecha, B, A, B, A, select, start...
ResponderBorrarA huevo ya tengo 30 vidas!
A ver si 'ora sí lo acabo...
Saludos!
piancol.blogspot.com
Perdona que no haga un comentario sobre el artículo, que me gustó, pero me dio nostalgia: el CONTRA y la transita de las vidas!!
ResponderBorrar"Estar en contra de todo es una disciplina artística que requiere imaginación y que, aunque puede —y suele— convertirse en un vicio que nos degrada rápidamente en ancianos amargos."
ResponderBorrarYo no soy intelectual, aunque la gente "normal" afirma que lo soy por el hecho de ser critico (o criticon mas bien) y amargado. Esto solo indica que la gente normal no conoce ni la critica ni la criticoneria y awebo prefiere vivir su mundito de fantasia esperandzados en que el futuro "sera mejor", como? quien sabe pero asi lo creen.
Creo que intelectual amargado
es otro de esos pleonasmos como politico corrupto, vieja pendeja, bloggero valeverga, etc.
Esta chingona esta pira Mal Pacheco.
un compa de la prepa era bien pedo, malhablado y desmadroso, ahjora trabaja en la television cultural local dando noticias y tambien en jalisco en la hora nacional, no puedo mas qe cagarme de risa al escucharlo diciendo muy propio sus mamadas culturales y de efemerides
ResponderBorrarqueee tal, la hora nacional aflojandose un poquito jajaja
ResponderBorrarno pude evitar que el contra robara mi atencion... yo amaba ese juego :o
Buen escrito. Acertadamente crítico, balanceadamente intelectual e inevitablemente amargado. Me vi retratado en casi cada oración y me dio náusea.
ResponderBorrarPues bienvenido al mundo bipolar de "los gustos culpables". Admitir que algo te agradó una vez, no es seder completamente al concepto que te venden, chance y el locutor cogió rico por primera vez en su vida y lo quizo compartir y el domingo que viene sigue con su rutina.
ResponderBorrar"A los intelectuales nos encanta sentir las mandíbulas del cocodrilo de nuestro intelecto bien aferradas al ñu indefenso de la verdad." ???
ResponderBorrarSencillo el muchacho.... jaja
Gracias por firmar mi blog caon. Aqui estaremos en contacto.
ResponderBorrarChido!
Jajajajaj me rei mucho con la primera fimra jajajaj arriba arriba abajo abajo jajjajajaja ... k decia?
ResponderBorrarclaro que me di cuenta que sales en unas cuantas fotos. Todo galán!
ResponderBorrarhace mucho que no entro al deviantArt y me pregunto si por ahí tienes disponibles todos esos banners tan entretenidos que te haces O_o
ResponderBorrarY si no, sugiero un espacio para ellos :o !
te quedo bien está pira prangana pacheco...yo odiaba la hora nacional, pero la prefería a ver al raúl delasco
ResponderBorrarOdio tu encabezado. Cualquiera que haya leído el Año Tres lo sabría. No me he tomado la molestia de leer ese trabajo de Miller, ya ví su caída con Dark Knight Strike Again, leer esa nueva miniserie sería masoquismo.
ResponderBorrarPor cierto, entro a avisarte que he subido en mi blog "Legends". Vale la pena. Próximamente "Batman: Año Uno" para aquello que quieran leer pura calidá.
Agradables los instantes que pase con la crónica (y critica a medias) de la Hora Nacional.
ResponderBorrarUn abrazo, gracias por la visita.
Por cierto ¿tienes algo en contra de la "plastilina"?
callate webon....pon un cd y ya...para que te quejas tanto.
ResponderBorraratte: lapesteyyo.
Piancol:
ResponderBorrarSelect start era para jugar de dos... se nota que tú tanbién disfrutabas más jugar Contra con un amigo... Yo era siempre el azul.
Luis Lope:
Perdonado, a mí también me dio nostalgia encontrar la "portada" del juego, bien mal dibujada a la madre. Y qué pedo, no cabrá un comentario político de Contra? Jugábamos a matar aliens comunistas en Nicaragua, weeeeey!!!!
Conde Cheve:
Tienes toda la razón, es un pleonasmo, pero como mamón, tenía que alargarlo en un artículo de varios párrafos. Saludos.
Ulisex-axel:
A su modo, tu amigo que ahora tiene trabajo y parece haber triunfado al volverse "refinado" ha perdido la batalla de una manera amarga. Qué triste.
Charlotte:
Sí, debí haber escrito algo sobre el Contra mejor, HA!
Osvaldo Cleger:
Esa náusea, aunque lamentable, es premio que bien vale para mí.
Undead Pornstar:
Tienes mucha razón, ya no he vuelto a oir otro episodio de LHN que me mantega despierto.
Julio:
Los cocodrilos me encantan. Y las metáforas exageradas más.
DonGalleto:
De nada, don Galleto.
T3Mo:
La clave de las 30 vidas sí que nos hizo sentir como niños de nuevo. Alguien se sabe la de las Tortugas Ninja? Era muy parecida.
Loocila:
Me ruborizo :)
Charlotte:
Esos banners deben estar en mis scraps, te invito a revisar ;)
Chamagosa:
Sí, Raúl Delasco era de lo peor. Me daba calor e incomodidad nomás de ver el programa.
Miguel Angel:
Sí, concuerdo conque la secuela de The Dark Knight Returns es una mierda, y AS-B&TBW es terrible, especialmente por cómo no pasa nada; ya he leído seis tomos y ha pasado la acción que otro cómic habría desarrollado en tres páginas.
PERO ese diálogo, lo siento mucho, Miguel Ángel, es de ORO PURO. Me encanta.
Virgen:
Crítica a medias. Uf, eso dolió. Y por qué tedría algo en contra de la plastilina, ya habíamos quedado en que la platilina es GENIAL.
Peste:
Por tu culo ese CD, no tengo CD player en el carro, ni siquiera casetera.
Anónimo:
Concuerdo contigo, pero tuve que borrar tu comentario: no permito mensajes de gente que no se identifica, lo siento.
ya se me enojó el nene. ya sabía que algo de sodomita tenias. lo del cuento pues....se dio cuenta que era el mismo barco porque tenia un boleto escondido que descubrió en la bolsa izquierda de la chamarra azul que traia puesta.
ResponderBorraratte. lapesteyyo.....