Perdido en las Fiestas del Pitic 2005 (Parte 4 de 4)

Sin duda para este último día de las Fiestas del Picnic lo más sonado y esperado fueron tanto la noche disco como la visita del escritor Jorge Volpi, autor de tal vez la única novela entretenida en la literatura mexicana de los últimos años: En busca de Klingsor.

Curiosamente esta novela me hizo pasar un rato entretenido y esta vez en especial no precisamente al leerla. Sucede que a mi acompañante se le olvidó su libro de Klingsor y fui yo por él, porque si no, cómo diablos se lo iban a firmar... Claro que no es molestia, para qué son los amigos, pero me quedé sin gasolina y no tenía dinero para echarle al carro (no encima, sino dentro del tanque) y fue un show. Pero por fin llegué. La foto que ven arriba es de mi cara pacífica y triunfal cuando por fin conseguí el libro.

Cuando iba a conseguir el libro pasé por la plaza Jo Jo Jorge Falcón (plaza Hidalgo) y vi a muchos sujetos en zancos. Los zancos me ponen un poco nervioso, porque me dan miedo ajeno a las alturas. Los muchachos estaban recreando el vídeo de Bronco "El Sheriff Chocolate".


ZANCOS BOY: Soy un minero de Cananea.
CARLOS MAL: Órale. ¿Y Esta es una representación de la Huelga de 1906?
ZANCOS BOY: ¿Qué?
CARLOS MAL: Que si esta es una representación de la Huelga de 1906.
ZANCOS BOY: ¿Qué huelga?
CARLOS MAL: Cabrón, ¿qué no están haciendo un performance historicista?
ZANCOS BOY: Wey, soy un minero de Cananea, tú me preguntaste.
CARLOS MAL: P-Pero... ¿¿¿y los zancos???
ZANCOS BOY: ¿¿¿Qué zancos...???


Después de la entrevista corrí por el libro de mi acompañante y pasó lo referido. Llegué a la conferencia de Jorge Volpi bastante tardecito. Por si se iba le tomé una foto de volada, por la espalda. Ya había dicho Dalí que "La espalda de Hitler es muy poética." Yo digo que la espalda de Volpi es muy narrativa, pero nomás lo digo porque sí, no porque tenga fundamentos.
Volpi habló muy bien. Hasta ahorita es uno de los conferencistas más ordenados, inteligentes y cabezones que me ha tocado oir. Volpi tiene voz radiofónica y ojos malvados aunque es un nerd de closet... o nerd bien declarado, mejor.

Para Volpi una imagen simbólica que puede resumir la actitud moderna del siglo XX sería el muro, la frontera: La caída del muro de Berlín siginifica en su "poética" un eje histórico alrededor del cual se revuelven todas sus novelas (ZzzzZzzzZzzzz...).

A mí me dio en mi punto débil cuando comenzó a hablar del regionalismo como frontera y obstáculo para la literatura. Yo lo interrumpí ex abruptum levantando mi mano y caminando hacia el proscenio.

CARLOS MAL: ¿Puedo?
JORGE VOLPI: ¿Perdón?
CARLOS MAL: Es que quiero hablar de regionalismo.
JORGE VOLPI: Faltaba más, amigo. Adelante.

Y me senté en su lugar a hablar de regionalismos y cómo el Club Chufa debería sustituir a los organismos de cultura: propuse la existencia de una raza superior de escritores y que los escritores regionalistas y los amantes del desierto deberían ser puestos en "campos de descanso y trabajo regulados por el gobierno".

Mi amigo Luis Lope opinó que yo era un loco peligroso. Pero no loco clínico, sino loco poseur. O sea, más idiota, y que lo que deberían hacer conmigo es "meterte en un saco y darte de fregazos."


Mi discurso duró poco más de media hora y fue recibido por opiniones encontradas. Volpi volvió y al final firmó libros.

Después de la increíble conferencia de Volpi, decidimos que la vida estos días había sido ya demasiado cool y divertida... "por qué no jodernos la vida con algo que no sea ni divertido ni creativo ni cool...?" Y al unísono yo y Luis Lope pensamos: ¡¡¡JAZZ!!!


Desde esta perspectiva parece BIEN interesante el rollo. El jazz blanco es una tortura. Cuando era un adolescente rechazaba la música norteña y ranchera por pura pose. Hoy tengo todos los pelos de la burra en la mano para repudia el jazz blanco. El Blues es jazz también, pero es radicalmente diferente y a mi ver, súper chingón.

Pero algo pasa cuando tienes piezas musicales que podrían o no existir y nadie las extrañará. Se me dirá que el jazz era una vanguardia y que su libertad se parece a las cosas que pregonamos los humanistas como una horda de hsitéricos imbéciles, pero qué tiene: la música es otra cosa y lo siento, pero yo la oigo no como artista, sino como a un cabrón que le gusta la música.

Pregunta a alguien que dice que le gusta el Jazz:

Cuál es tu pieza de jazz favorita...?

¡¡¡NO HAY RESPUESTA!!! ¡¡¡No hay!!!

Estoy muy enojado con el jazz. Les paso el ragtime, pero Yanni, Di Blasio y Stretto podrían servirles si lo que quieres es sacarme algunas verdades a la Reservoir Dogs. Para que vean: Esta es la reacción de Luis Lope ante una pieza larguísima de jazz:

La alarmante ausencia de arte que es el jazz me obligó a hacer estas imágenes, que pueden pasar por arte si uno está mariguano:

Se acercaba el final de las Fiestas del Pitic. El último evento fue una "noche disco". Desde las 9 y feria empezaron las canciones gay de los setentas que tanto nos gustan a todos.

Lo chistoso fue que a cargo de la música estaba un D.J. ancianizado, antiguo jockey de clubs hermosillenses de la edad de piedra:

D. J. MACHACA: ¿Quién bailó en el Club Azteca?
PÚBLICO: ¡¡¡WIIIII!!!
D. J. MACHACA: ¿Quién bailó en el Pípiris Nais!!!???
PÚBLICO:¡¡¡WHAOAOAOHHOOAHOO!!!!

¡¡¡De qué chingados estás hablando, cabrón!!!

También me dio risa que era un D.J. exigente (sin olvidar que tenía voz de viejito chero, es decir, la voz de mi finado abuelo). Digo exigente porque decía cosas como:

"Si no bailan más voy a apagar la música".

Y cosas así.

Súper conclusión:

Las Fiestas del Pitic fueron un asco. Astrid Hadad y Joge Volpi son la ley. Después de todo, creo que la gente sí se divirtió y, por supuesto, se olvidó de que se nos está acabando el agua, que el crimen va en aumento y otras porquerías de política que no me interesan en verdad.

Ciao, amigos, espero que mis lectoras dementes hayan disfrutado esta serie. Yo ya me voy a darme un balazo en la panza. Que disfruten el mundo, hisdeputa.

Aquí una foto de mi perrita Adela, que es un amor:



Comentarios

  1. ya terminé de leer tus crónicas,yo no fui a esas fiestas, pero me di una idea con esto.
    qué crees que es más cool, cuando te dan agua en casa de un amigo(a), para beber, tomártela como sería lo normal' o tirarla hacia arriba y mojar la casa. Bien, me interesa saber qué piensas.. ahh y ya no tengo dinero para apoyar la mierda exposición shin..
    saludines varios

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  2. ay que lindo, gracias por el regalo!

    la verda, yo hasta pensé que los policias a caballo eran parte del performance...

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  3. Bien, bien, Pacheco, esto de las crónicas. Sé que no me creerás, pero tengo pocos días de haber descubierto tu blog. Me parecía muy extraño que no lo tuvieras, aunque ahora lo radical sería no tenerlo. Pero ahora veo que no es así, y que aparte de tenerlo, tienes unas crónicas muy divertidas (y ciertas) de las fiestas.
    Un saludo, Josué.

    (www.volchevique_jos.blogia.com)

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  4. Me he divertido mucho con tus crónicas. Me gustaría leer más tu estilo irónico y divertido a la hora de cuestionar, pero en los medios impresos locales. Sería menos aburrido y más enriquecedor el tiempo invertido en "informarse". Te seguiré leyendo.

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